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El impacto del dinero electrónico en la neobanca de DACH después del COVID-19

A pesar de ser el hogar de algunos de los más grandes de la industria —N26, bunq o Vivid Money, por solo nombrar tres, la región de DACH ha quedado retrasada con respecto al resto de Europa en lo que se refiere a la adopción de la neobanca. ¿Es posible que la aceptación del dinero electrónico produzca cambios notables a medida que salimos de la pandemia del COVID-19?

Después de un breve retraso al principio de la pandemia del COVID-19, los negocios están en auge para la neobanca en Europa, banca que, al contrario que la banca tradicional, no tiene sedes físicas y ofrece solo servicios en línea.

Durante 2021, la industria fue testigo de niveles récord de inversión y crecimiento. Y si bien sus previsiones para Europa nunca han pintado mejor, existe una zona del continente donde todavía están luchando por afianzarse: la región DACH.

Mientras que el número de consumidores suizo con una cuenta en la neobanca ha aumentado en un respetable 8,2% entre 2019 y 2022, la entrada de usuarios es todavía relativamente baja, situándose en un 11,7%. En comparación, casi uno de cada tres consumidores del Reino Unido tiene una cuenta con un neobanco.

Irónicamente, en Alemania (una zona clave de las tecnofinanzas de Europa con una diversa gama de neobanca en aumento) y Austria, el crecimiento ha sido todavía más lento.

Para junio de 2022, tan solo un 3,2% de los alemanes y un 3,1% de los austríacos que podían optar a ello tenían una cuenta en un neobanco. Y se espera que la entrada de usuarios aumente solo del 2,3% al 2,5% en 2026 en estos dos países, muy lejos del crecimiento exponencial que los neobancos están experimentando en otras partes del mundo.

Así que, ¿por qué los clientes de DACH todavía no se han acercado a la banca digital, a pesar de tener acceso a los neobancos más conocidos, más grandes y con más ingresos del planeta?

¿Y qué puede hacer la neobanca para darle la vuelta a las cosas y empezar a aumentar su cuota de mercado?

Seguir con la tradición

La adopción de la neobanca ha sido lenta en la región de DACH por varios motivos.

Un estudio de S&P Global en 2019 descubrió que muchos alemanes tienen dudas sobre la seguridad de la neobanca y muestran una actitud conservadora con respecto a la banca en general.

Los consumidores alemanes, austríacos y suizos también presentan una menor probabilidad de utilizar la banca en línea que los consumidores de otros países, a pesar de que Alemania y Suiza hayan sido elegidas como la primera y la tercera economía más innovadora del mundo en 2018.

Dicho esto, el mayor factor que ha impedido una mayor adopción de la neobanca en la región de DACH hasta ahora parece ser la predilección continua por la gestión de las finanzas con el dinero en efectivo.

En 2019, cuando países como el Reino Unido y Suecia iban viento en popa para convertirse en sociedades sin dinero en efectivo, el 62,8% de los pagos en Alemania todavía se realizaba con billetes y monedas.

El dinero en efectivo era también la forma de pago predominante en Austria, donde el 54,3% de las transacciones en persona se pagaba en efectivo, mientras que una de cada tres transacciones en persona en Suiza se pagaba en efectivo.

No hace falta decir que "banca digital" no significa que no se pueda utilizar el dinero en efectivo. Los clientes todavía pueden sacar dinero de los cajeros automáticos.

Pero gestionar tus finanzas con dinero en efectivo no es solo cuestión de retirar dinero. También implica poder realizar depósitos de forma cómoda y fácil. Y, como observamos aquí, muchos de los bancos digitales hacen que esto sea difícil, sino imposible.

En el efectivo confiaremos

La preferencia de los clientes de DACH por el efectivo tiene un gran arraigo.

Las crisis financieras como la crisis de 1873 y la superinflación de los años 20, observa el historiador Robert Muschalla, tuvieron un enorme impacto social y económico en el mundo germanoparlante, conduciendo a la creencia de que es mejor conservar el dinero en bienes intangibles como valores, acciones o incluso tarjetas.

El vicepresidente del Banco Nacional Suizo, Fritz Zurbruegg, está de acuerdo, describiendo la predominancia del dinero en efectivo en Suiza como un "fenómeno cultural".."

Pero aunque no hay dudas de que el dinero en efectivo está integrado en el ADN de la región de DACH, su popularidad ha permanecido intocable a causa de otros factores.

Para empezar, los pagos en efectivo son privados, y la privacidad es extremadamente importante para los consumidores de DACH. Alemania, Austria y Suiza también tienen algunas de las leyes de privacidad más estrictas del mundo. Y un estudio de 2020 reveló que los alemanes valoran la privacidad más que los estadounidenses.

Centrándonos en el tema, a pesar de que el fraude existe en menor grado en la región de DACH que en otros países, las víctimas de fraude han tenido históricamente menos probabilidad de recuperar su dinero. De acuerdo con un estudio de 2017, por ejemplo, el 38% de las víctimas de fraude en Alemania y el 39% de estas en Austria se quedaron sin cobrar nada.

Dado el riesgo, no es sorprendente que los consumidores eviten los pagos con tarjeta, incluso al pagar en línea, optando en su lugar por opciones basadas en el efectivo, como el dinero electrónico y el pago mediante factura. 

¿Ha cambiado la pandemia del COVID-19 la preferencia de los clientes de la zona DACH por el dinero en efectivo?

las restricciones del COVID-19

Cuando las restricciones del COVID-19 llegaron en marzo de 2020, los clientes de la zona DACH se encontraron a sí mismos (para parafrasear la frase más utilizada durante la pandemia) en una situación sin precedentes.

Desde vivir en una sociedad en la que, para citar a un popular modismo de Austria, "solo el dinero en efectivo es de verdad" (nur Bares ist Wahres), se llegó al punto de desalentar de forma activa el pago con dinero en efectivo para "evitar la propagación del virus".

La pandemia también trajo una rápida digitalización. Se ha calculado que, durante los primeros tres meses de la pandemia, el mundo avanzó el equivalente a cinco años de progreso digital, y que el 84% de los europeos ahora acceden a su banca en línea al menos una vez al mes.

¿Pero ha conducido el impacto del COVID-19 a cambios permanentes en las preferencias de pago y banca de los clientes de la zona DACH?

La investigación sugiere que no. 

A pesar de que el uso de dinero en efectivo ha disminuido en algún grado, el 43% de los pagos en persona en Suiza y el 40% en Alemania todavía se realizan con dinero en efectivo a finales de 2021. Y, para el año 2022, el uso del dinero en efectivo de hecho ha aumentado en Austria, con un 66% de las transacciones de los puntos de venta satisfechas con dinero en efectivo.

El volumen de papel moneda en circulación también ha aumentado. Alemania cuenta con más de la mitad de todos los billetes en circulación en Europa en 2022, mientras que el 86,2% de los clientes suizos en un estudio de 2022 afirmo que guardaba dinero en efectivo en su casa.

Esto tiene toda la lógica. En tiempos de crisis, el dinero en efectivo a menudo juega un papel crítico como una reserva de valor y la pandemia del COVID-19 no ha sido distinta. 

Como Fabio Panetta, miembro de la dirección del Banco Central Europeo, comentó en una declaración en 2021:

".… al principio de la pandemia los clientes, especialmente los que tenían bajos ingresos, recortaron gastos y aumentaron sus posesiones de bienes líquidos. Y el dinero en efectivo es el bien más líquido..."

Crucialmente, a pesar de que los clientes de la zona DACH, igual que muchos otros clientes del resto de Europa, se han acostumbrado a lo digital, todavía se lo piensan dos veces con la neobanca a causa de su predilección por el dinero en efectivo. En nuestro último estudio Lost in Transaction (Perdido en la transacción), el 44% de los alemanes y el 43% de los austríacos nos contaron que les preocupaba no poder depositar dinero en efectivo al trabajar con un neobanco.

Para la neobanca en la región de DACH, el dinero electrónico puede comportar ventajas competitivas

La facilidad para el usuario siempre ha sido un valor central de la neobanca.

Pero para ser totalmente "clientecéntrico", no es suficiente con ofrecer sofisticadas aplicaciones fáciles de usar. Todavía más, deben cumplir con las preferencias y necesidades de sus clientes.

A medida que empezamos la que, esperemos, sea la última fase de la pandemia del COVID-19, está claro que el efectivo seguirá teniendo una importancia crítica para los clientes de la zona DACH, como método de pago y como reserva de valor. De modo que si la neobanca quiere establecer su territorio en la región, tiene que lograr que la gestión de las finanzas en línea usando dinero en efectivo sea lo más fácil e intuitiva posible.

El dinero electrónico puede solucionar esta laguna.

Con tan solo algunos toques en la aplicación de su neobanco, los clientes pueden generar un código de barras y completar depósitos y retiradas en el lugar que mejor les vaya.

Al aunar la gestión de dinero en efectivo sin esfuerzo y el toque humano con la agilidad, la flexibilidad y la comodidad siempre presentes en la banca digital, la neobanca puede crear una proposición atractiva que podría, finalmente, inclinar firmemente la balanza a su favor.

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