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¿Es BaaS la clave a una mayor inclusión financiera?

Durante la década de 2010 los gobiernos y las entidades internacionales han presionado más que nunca para potenciar la inclusión financiera.

La Iniciativa global del Banco del Mundo para la inclusión financiera, por ejemplo, apoyó reformas en países con baja penetración de cuentas bancarias, con el fin de conseguir el acceso universal. 

De forma parecida, los Estados Unidos de América lanzó varias iniciativas enfocadas a identificar y tratar las razones de la exclusión, mientras que la Unión Europea dio a sus habitantes el derecho legal de abrir una cuenta bancaria básica.

Pero si estas iniciativas han mejorado la inclusión financiera hasta cierto punto, actualmente existen 1,7 miles de millones de adultos sin servicios bancarios, frente a los 2 mil millones en 2014, todas presentan un defecto crítico. Asumen que la solución a la exclusión financiera es invariablemente el acceso a una cuenta bancaria tradicional.

¿Pero, y si ese no fuese el caso?

De hecho, ¿qué pasaría si los no bancarizados y los subbancarizados no quisieran cuentas bancarias?

"Disculpe, no me interesa".

Para aquellos de nosotros que siempre hemos dado el acceso al sistema financiero tradicional por sentado, puede ser difícil entender por qué alguien pueda no querer una cuenta bancaria. Pero la investigación sugiere que esto es relativamente común entre los que no tienen acceso a todos los servicios bancarios.

De acuerdo a un informe de la Financial Conduct Authority, un tercio de los 1,3 millones de personas sin servicios bancarios del Reino Unido tenían antes una cuenta bancaria, pero no quieren volver a tener una de nuevo. Del mismo modo, el 56,2% de americanos sin servicios bancarios dicen que no les interesa tener uno. 

Los números cuentan historias similares en otras partes del mundo.

En muchas de las regiones de baja inclusión (México y Filipinas, solo por nombrar dos ejemplos), significativas porciones de la gente sin servicios bancarios dicen que no quieren una cuenta bancaria. 

¿Por qué motivos ocurre esto? ¿Y qué nos dice esto de las iniciativas actuales para mejorar la inclusión?

¿Quién es la gente sin servicios bancarios o con acceso limitado a los servicios bancarios?

El mayor motivo por el que la gente sin servicios bancarios no quiere una cuenta bancaria es financiero.

Los filipinos sin servicios bancarios, por ejemplo, dicen que no tienen bastante dinero para cumplir con los límites mínimos para abrir una cuenta.

Igualmente, casi la mitad de los americanos sin servicios bancarios—48,9%— dicen que no tienen suficiente dinero como para cumplir con los requisitos mínimos de balance, es decir, el mínimo dinero que deben tener en sus cuentas para evitar el pago de comisiones de mantenimiento. Y los residentes del Reino Unido sin servicios bancarios dicen que han experimentado dificultades en el pasado con las comisiones y cuentas al descubierto, y que no quieren volver a pasar por lo mismo.

Dado que la gran mayoría de gente sin servicios bancarios son vulnerables o vienen de trasfondos socioeconómicos pobres, esto no debería sorprender a nadie. Para alguien con bajos ingresos, los depósitos mínimos, los saldos mínimos y otras tarifas crean fuertes barreras de entrada.

Pero eliminar dichas barreras, incluso si fuese posible, no es la solución perfecta.

A causa de que los salarios de baja remuneración a menudo se pagan al menos parcialmente con dinero en efectivo (las propinas, por ejemplo), el uso de una cuenta bancaria puede simplemente no resultar práctico, particularmente ahora que los bancos de todo el mundo están minimizando su huella física.

El ordenador dice que no

Si bien el estado financiero es la razón principal por la que las personas eligen permanecer sin servicios bancarios, no es la única.

Expatriados recién llegados a menudo informan de su lucha para acceder al sistema financiero en sus países de acogida, normalmente porque no pueden proporcionar documentos tales como facturas de servicios, pasar cheques de crédito o cumplir con otros requisitos.

La falta de confianza en el sistema financiero y el deseo de privacidad también ocupan un lugar preponderante en la mente de las personas. En los Estados Unidos de América, por ejemplo, es el segundo y tercer mayor motivo de no tener una cuenta bancaria.

Centrándonos en el tema, la digitalización, que con demasiada frecuencia se describe como una situación difícil, está teniendo la consecuencia no deseada de empeorar la exclusión, especialmente para aquellos que solo quieren pagar en efectivo.

Charity AgeUK ha observado que: 'Pese a que el uso del dinero en efectivo ha bajado... sería un error asumir que todo el mundo en nuestra sociedad está dispuesto o quiere realizar sus transacciones financieras digitalmente.

'Poder utilizar dinero en efectivo ayuda a la gente a hacer sus cuentas con un sueldo bajo de forma más efectiva, pagar a un amigo o a un cuidador que compra para ellos, así como actuar como respaldo esencial para aquellos que no tienen acceso a Internet o que viven en una zona con una conectividad pobre. A muchas personas con problemas de salud, discapacidades y problemas de destreza les resulta mucho más fácil pagar en efectivo que con una tarjeta bancaria o un teléfono; no es fácil para alguien con pérdida de vista utilizar un lector de tarjetas, o para alguien con una mala artritis en sus manos pulsar los botones de un teléfono.'

BaaS: enfrentándose a la exclusión poniendo a la gente primero

Aunque las iniciativas enfocadas a aumentar la inclusión financiera tienen, sin duda, las mejores de las intenciones, claramente existe una discrepancia. En lugar de diseñar soluciones centradas en las circunstancias de la gente, a menudo la empujan hacia una solución que puede no satisfacer sus necesidades prácticas.

Está muy bien mejorar el acceso a cuentas bancarias y a servicios financieros digitales. Pero esto no facilitará su uso entre los que tienen un sueldo bajo, los vulnerables y los que no confían en el sistema financiero.

Las buenas noticias son que la banca tradicional y la tecnología financiera ya no son las únicas entidades que pueden proporcionar servicios financieros. Ni tampoco son las cuentas bancarias la única forma con la que la gente puede conseguir acceso al sistema financiero. Con BaaS, la banca como servicio, tenemos la oportunidad de permitir a la gente sin servicios bancarios o sin acceso a todos los servicios que empiecen a relacionarse con el sistema financiero bajo sus propias condiciones.

El potencial de BaaS está en el hecho que hace que sea posible para cualquier empresa ofrecer sus productos financieros personalizados según las necesidades de sus clientes, sin tener que convertirse en un banco.

Considere el dinero en efectivo.

Con productos de eCash como Paysafecash, las gasolineras, los supermercados, las farmacias, las tiendas de licores y otros comercios al por menor que la gente ya utiliza, y en los que la gente ya confía, pueden usarse como puntos de infrestructura de entrada y salida de dinero de cuentas, o para un amplio abanico de pagos de facturas, simplemente con la generación de un código de barras generado para una transacción financiera.

Otra opción es intercambiar dinero por un vale prepago, como paysafecard, que luego puede utilizarse para pagar en línea. La otra opción es que el comercio ofrezca carteras digitales de marca que los clientes puedan usar para pagar y cobrar. A diferencia de las cuentas bancarias tradicionales, estas carteras son más fáciles de abrir y no tienen sobregiros, comisiones de mantenimiento ni otros cargos que pueden hacerlas poco prácticas o inasequibles.

Y estos son algunos de los cientos de casos de uso potenciales, algunos de los cuales es posible que no se nos hayan ocurrido todavía.

De forma muy resumida, el poder de BaaSS reside en dar relevancia contextual a la banca, haciendo que los productos de servicios financieros estén disponibles en el canal y formato que tenga más sentido, en lugar de forzar a la gente a utilizar formas que no funcionan para ellos.

¿Por qué intentar lograr la cuadratura del círculo cuando se puede encontrar a la gente en el punto en que se encuentran?

Las cuentas bancarias son un medio para una finalidad, no una solución de talla única que encaja con todos. Es importante recordar que para que el sistema financiero sea realmente inclusivo, debe ser relevante para la gente a la que debe servir.

BaaS es una oportunidad de hacer precisamente esto.

Al empoderar a cualquier entidad para que se convierta en un proveedor de servicios financieros y crear productos que estén diseñados centrándose en las necesidades reales de los clientes, podemos apartarnos de las ofertas estándar para las masas que son, como mucho, un parche, y empezar a enfrentarnos a las causas raíz de la exclusión.

Este artículo se publicó originalmente por Finance Monthly aquí.

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