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¿Hay consumidores estadounidenses que deseen pagar el crédito de su coche con dinero en efectivo?

El pago de un vehículo se puede realizar de más de una forma. Entonces, ¿por qué los estadounidenses deciden solicitar préstamos para comprar un coche y cómo quieren liquidarlos?

En 2019 había 276 millones de vehículos registrados en EE. UU., un país con una población de casi 330 millones de personas. El porcentaje de estadounidenses que poseen vehículos privados, sobre todo fuera del núcleo de las principales urbes, es extremadamente alto debido a la elevada dependencia de automóviles para desplazarse al trabajo y mantener un determinado estilo de vida, y es común que los hogares posean varios vehículos para los diferentes miembros de la familia.

Para que la compra sea menos dolorosa para el presupuesto familiar, el 44% de los estadounidenses solicita un préstamo a la hora de tomar la decisión de financiar un vehículo.

Aunque los salarios en EE. UU. han crecido, los precios de los automóviles han aumentado al mismo ritmo, lo cual ejerce presión sobre la financiación de vehículos de compra. Algunas familias con ingresos medios están teniendo problemas con los pagos regulares de créditos de coches. En las familias de bajos ingresos la situación tiene peor aspecto. Y no tener un automóvil en países como EE. UU. a menudo es simplemente inviable debido a las limitaciones del transporte público, las largas distancias y la accesibilidad.

Solicitar un préstamo no siempre es fácil

En conclusión, es comprensible que solicitar préstamos para comprar un automóvil sea una solución común. Pero incluso si los estadounidenses de bajos ingresos deciden financiar la compra de un automóvil con la ayuda de un préstamo, a menudo pueden tener problemas para pagar sus cuotas.

Una de las razones puede ser un mal historial crediticio; cuanto más bajo sea su puntaje crediticio, más altas serán las tasas de interés que deberán pagarse. En última instancia, puede darse el caso de que las personas que ganan menos dinero paguen mucho más por un coche que las que tienen una mejor situación económica.  

Otro obstáculo es que los estadounidenses de bajos ingresos (por no tener acceso, o tener un acceso limitado, a servicios financieros) dependen de forma desproporcionada de los métodos de pago y otros servicios financieros que no admiten los proveedores de préstamos. Entre los hogares con unos ingresos anuales de más de 100.000 USD, solo el 8% no tienen acceso, o tienen un acceso limitado, a los servicios financieros, pero este porcentaje llega al 35% entre los hogares con unos ingresos inferiores a 40.000 USD anuales.

Los hogares que no tienen una cuenta bancaria o una tarjeta de débito o crédito inevitablemente tienen problemas con los pagos en línea, ya que dependen del dinero en efectivo para completar la mayoría de sus transacciones. El resultado es previsible: Si las compañías que ofrecen préstamos para automóviles a estos consumidores no ofrecen la oportunidad de realizar pagos en efectivo en línea, disminuyen sus posibilidades de recibir los pagos de los prestatarios de bajos ingresos con regularidad y puntualidad. E incluso si ofrecen pagos en efectivo, p. ej., directamente en los concesionarios de coches, se enfrentan a elevados costes operativos a los que probablemente no quieren hacer frente. 

Impulso a la inclusión financiera con la oferta de muchas opciones de pago

En la era de la digitalización de los servicios, incluidos los de financiación, es crucial cerrar la brecha entre las innovaciones tecnológicas y las soluciones tradicionales existentes de las que muchas personas siguen dependiendo. Esto se aplica a los métodos de pago en países muy desarrollados como los EE. UU., donde cabría esperar que el número de personas que no tienen acceso o tienen un acceso limitado a los servicios bancarios fuera menor que en los países de economías menos desarrolladas.

Las industrias de préstamos deben ser especialmente conscientes de este hecho: según el reciente informe Global Banking & Finance Report 2021 de YouGov, poder satisfacer las cuotas de los préstamos es una de las preocupaciones financieras más importantes del 39% de los estadounidenses. Solo el 18% de los consumidores franceses y el 20% de los consumidores alemanes comparten esta preocupación.

El informe también revela que el comercio estadounidense depende del dinero en efectivo porque el acceso a las opciones de pago sin dinero en efectivo sigue siendo limitado. En países como Alemania, la situación es la contraria: a pesar de tener un amplio acceso a las opciones de pago sin dinero en efectivo, los alemanes prefieren utilizar el dinero en efectivo no solo para el comercio electrónico, sino también para los servicios financieros. Y aunque las razones para elegir este método de pago puedan ser diferentes, para más del 85% de los encuestados el miedo a caer víctima de una estafa financiera en línea es un factor clave en su decisión. Desde el punto de vista empresarial, ofrecer pagos con eCash también supone una cuestión de cobro de dinero de forma segura y cómoda, ya que minimiza el riesgo de retornos de cargos.

Las necesidades y los enfoques hacia los métodos de pago regionalizados y las preferencias varían, pero el panorama global está claro: el dinero en efectivo sigue desempeñando un papel vital en el ecosistema financiero de muchos países y en diferentes sectores. Comprender el impacto del eCash en la inclusión financiera puede ser fundamental para crear nuevos planes de desarrollo comercial de los servicios financieros que tengan en cuenta a un nuevo grupo de clientes que deseen realizar compras en línea, reembolsar las cuotas de sus préstamos, pagar el alquiler y ser incluidos en otros servicios financieros en línea utilizando dinero en efectivo.